domingo, 6 de octubre de 2013

La comunidad judía le dice Baruj habá a Rithmomachia



Son las 12:30 pm del domingo 29 de septiembre de 2013. En la Facultad de Ciencias de la UCV se encontraban nuestro presidente Tomás Guardia y nuestro campeón Manuel Cristóbal listos para buscar al maestro de Rithmomachia Edgar Gomero. Estos miembros fundadores se dirigían hacia el Centro Cultural Hebraica “Gonzalo Benaim Pinto”. No fue difícil llegar al Centro Cultural, pues las facilidades que nos brinda Google Maps hacen que cualquier lugar del mundo sea muy sencillo de encontrar. Al entrar a las instalaciones del Hebraica, lo primero que percibimos fue un orden impecable y unas normas que todos cumplían al pie de la letra. Nuestra anfitriona del día Raquel Nuchi nos esperaba en el área de la piscina, en donde una gran mesa de madera se imponía ante la entrada principal, esperando a que se colocaran los tableros para comenzar el combate numérico.

 Pero antes, nos esperaba un menú  que variaba entre las opciones de una feria de centro comercial, que, de acuerdo con la tradición judía, tenían las comidas lácteas separadas de las proteínas. En fin, a sugerencia de Raquel, nuestros tres aventureros se decidieron por probar un plato típico judío. Era bastante parecido a la comida árabe (falafel, tabule, salsa de garbanzos, y pan pita) pero bien surtido con una deliciosa salsa de pimentones que mezclaban una explosión de sabores en el paladar. A decir verdad, la ensalada tabule era muchísimo mejor que aquellas que sirven en las ferias de comida. No es por hacerle propaganda a la comida, pero nuestros aventureros coincidieron en que estaba fenomenal. Tuvimos la grata compañía de Miriam, quien es profesora de la Universidad Metropolitana y de otro amigo (pedimos disculpas por no recordar su nombre) que le agrada mucho la matemática.  

Le avisan a Raquel que la periodista Anyimar Cova y la fotógrafa Gabriela Pulido del diario El Universal acababan de llegar al Hebraica y entonces nos disponemos a organizar los tableros, rodeados de niños y jóvenes que comenzaban hacer las preguntas de rigor “¿Cómo se llama este juego?”, “¿De qué se trata?” y muchas otras más. Las periodistas entrevistan a Raquel en su condición de directora del Centro Cultural y a nuestro presidente (haz click aqui para leer la entrevista), y de pronto, adultos, personas de la tercera edad, ya estaban rodeando los cuatro tableros que dispusimos para comenzar las partidas con las personas que se iban acercando por simple curiosidad, o bien para preguntar las reglas y eventualmente animarse a jugar una partida.
La actividad superó las expectativas, por casi tres horas iban y venían, niños, jóvenes, adultos y personas mayores a preguntar cualquier cosa acerca de Rithmomachia. Tuvimos la precaución de imprimir nuestro documento de reglas ¿Cómo se juega Rithmomachia? Y el encanto de todos los participantes no se hizo esperar. Nos felicitaron por llevar adelante el Club (cosa que sinceramente agradecemos) y traer el juego al Centro Cultural (lo hicimos con mucho gusto). Dos señores que esperaron pacientemente su turno para jugar y divertirse, disfrutaron como ninguno derrotar a nuestro presidente en su primera partida. Cosa que en lo personal nos agrada mucho ya que hemos venido insistiendo que para ser un hábil jugador solamente hace falta tener visión de juego y unos conocimientos elementales de aritmética. Sin embargo, nuestro campeón continuó invicto y, a pesar de que ninguno de los participantes pudo derrotarlo. Mostraron su gran satisfacción por haber visto Rithmomachia por primera vez en sus vidas. 

Una joven de 15 años pidió con ansias llevar el juego de los filósofos al Colegio. Esto lo haremos gustosamente cuando nuestra anfitriona logre cuadrar esta actividad en su apretada agenda. Un par de jóvenes que jugaron uno contra el otro se atrevieron a disputar una partida para ser ganada en victoria mayor y a pesar de nuestra insistencia de que comenzaran con una partida De Bonis, uno de los muchachos cantó victoria al colocar en progresión geométrica los círculos 2, 4 y 8 en el terreno de su adversario ¡Que audacia la de este joven! Pudo llegar más allá de lo que los propios miembros del Club no han logrado en casi un año de actividad. Esto nos llena de un placer indescriptible porque una vez más queda demostrado que no son los conocimientos matemáticos lo que importa sino las ganas de jugar la que llevarán a los jugadores a probar todos los tipos de victorias existentes.

 Nuestra actividad culminó al caer la tarde y no podemos decir otra cosa más que, esta experiencia en el Hebraica fue un éxito total. Nos llenó mucho ver a personas de todas las edades disfrutando de la batalla rítmica de los números tanto como nosotros. La atención de todo el personal del Centro Cultural fue excelente y nos llevamos un grato recuerdo de toda la comunidad judía. La amabilidad de Raquel y de todas las personas fue el elemento central durante todo el día. A ellos les decimos muchísimas gracias por permitirnos compartir junto a su comunidad de este maravilloso día.
 


1 comentario:

  1. Saludos desde Argentina. He comenzado a recrear juegos medievales de tablero (Alquerque, Hnefatafl, Tres en línea, Molino, El Zorro y los gansos) pero desde que me enteré de la existencia de Rithmomachia perdí el sueño, aunque todavía no me haya atrevido a estudiarlo ni a construir el tablero. ¿Me podrían recomendar bibliografía seria, fuentes históricas y todo lo que les parezca interesante para aprender a jugar? Gracias.

    El viajero veneciano
    Juegos medievales de tablero
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